Mientras pinta a la bella Tessie, el pintor contempla al trabajador de un cementerio que está enfrente de su estudio. Scott empieza a sentir como si, por solo mirarle, estuviera influenciando su pintura, que en vez de reflejar una sonrosada y lozana Tessie, empieza a mostrarla con la piel pálida y enfermiza. Tessie le cuenta que tiene un sueño recurrente sobre un coche fúnebre que conduce el trabajador del cementerio, y en el ataúd está... Pero el extraño símbolo amarillo da a entender que, posiblemente, no fue un sueño...